¿Qué es el REIKI?
La palabra japonesa REIKI significa:
REI- Sanación Espiritual KI- Sanación Energética
Es una técnica ancestral originaria de Japón desde hace más de 200 años. Fue revelada a través del Gran Maestro Usui.
Consiste en la transferencia de Energía del Universo a través de las manos para armonizar y sanar.
El terapeuta de Reiki cuando coloca las manos sobre el cliente, no transmite su energía propia sino que canaliza la energía cósmica, es un simple vehículo entrenado en esta práctica.
La energía Reiki relaja y equilibra los estados físico, emocional, mental y espiritual en la persona que lo recibe y en la que ejerce de canal.
Cualquier persona puede formarse para ser una canal Reiki o bien como Crecimiento Interno.
La terapia Reiki es inofensiva, tanto para quien la recibe como para el que la transmite. Va dirigida a cualquier persona, niños, adultos y ancianos que presenten cualquier trastorno bien sea físico, emocional o mental y ayuda a potenciar otros tratamientos bien sean alopáticos o naturales. Toda enfermedad es anímica antes de manifestarse en el cuerpo físico. Cuando el espíritu y la mente no están sincronizados, por cualquier desarmonía o malestar, afecta a todo el organismo, y comienzan a aparecer los primeros síntomas de la enfermedad.
“Estar enfermo significa estar desconectado del Todo… Si alguien está enfermo esto quiere decir que ha perdido la capacidad de sanarse a sí mismo. Ya no es consciente de su propia fuente de curación. El sanador lo ayuda a reunirse con su fuente… La función del sanador es de reconectar. «
Reiki funciona a todos los niveles físico, mental, espiritual y dentro de la mente consciente y del subconsciente de todos los seres humanos, devolviendo al cuerpo y la mente a su estado de homeostasis y bienestar original. Esto ocurre muy rápidamente en los casos más agudos, y de forma paulatina cuando se trata de enfermedades y desequilibrios crónicos, y es de gran ayuda que el enfermo acepte participar de manera consciente en su propia sanación, escogiendo transformar su convicción de estar enfermo en una actitud positiva y volverse responsable de su salud. En este sentido, un profundo cambio de actitud del paciente ayuda de manera decisiva en el proceso de curación. La decisión consciente y la libre elección de curarse, saboteada a veces por resistencias inconscientes que es preciso descubrir, en muchos casos constituyen el motor principal de la recuperación y posterior proceso de sanación.
El Reiki permite a cada individuo liberarse de sus propias tensiones y de las emociones reprimidas, proporcionando un medio rápido y efectivo para eliminar la causa de la enfermedad. “Curad la causa, y desaparecerá el efecto “, solía decir la Sra. Maesta Takata.
La fuerza universal de vida es tan poderosa y luminosa que el sanador no absorbe la energía personal del paciente, ya que éste fluye por un canal autónomo independiente del campo energético del sanador, lo cual permite canalizar y recibir Reiki en cualquier estado físico y mental, lo que constituye una excepción en el mundo de la sanación.
La energía Reiki fluye sin ninguna intervención voluntaria, sin necesidad de concentración o de un particular estado de conciencia por parte del sanador, sólo es necesaria la disponibilidad consciente de ambas personas para darla y recibirla. No obstante, la meditación y el silencio mental que se enseñan en el Segundo Nivel ayudan, en amplificar el flujo y canalización del mismo y la percepción extrasensorial.
(Texto extraido de la A. E. R.)
A tu servicio.
Montserrat
Maestra Usui y Seichim. Karuna practitioner.